Lo que dejamos para después // What we leave for later

Scroll down for English version.

Las cosas que dejamos para después no pasan.

Recientemente, me vino a la cabeza la película con Morgan Freeman, Ahora o Nunca. Unos desconocidos con el mismo diagnóstico de cáncer terminal deciden unirse para vivir las experiencias que habían dejado para después. O para nunca, de no haber sido por el inesperado (y hasta bendito) diagnóstico.

Alerta de Spoiler: no importa el diagnóstico, el resultado es el mismo para todos.

La película me hizo pensar:

¿Cuántas cosas tienes en tu lista de experiencias que quieres hacer antes de morir?

¿Cuántas has hecho?

¿Cuántas te faltan por hacer?

Preguntarse estas cosas es tan importante como tomar agua. Estas metas son el agua del alma.

Si no lo ponemos como prioridad, nos iremos secando.

Girasoles en Portuguesa, 2024

¿Por qué será que tenemos esa tendencia de mentirnos a nosotros mismos? De decirnos cosas como “algún día lo haré”, “cuando esté mejor económicamente”, “cuando sea grande”, “cuando mis hijos estén grandes”, “después…” etc. Llegué a la conclusión de que dejar algo para después es un truquillo para nuestra mente. Es una manera de hacernos creer que estamos tomando acción, ya que no nos estamos negando al deseo sino que creemos que sucederá más adelante. Estamos seguros de eso.

Y así pasan los días, y los años.

Y los intereses van cambiando. Nuestras prioridades se mezclan entre las prioridades de otros. Los sentidos de culpa, de cumplimiento, de responsabilidades, van creciendo. Si no nos damos cuenta, ¿qué vida estamos viviendo? Capaz ni la nuestra.

Cada vez soy más sensible a estos pensamientos y trato de tener mucho cuidado con mis acciones. “Sólo tienes que quedar bien contigo misma” me digo. Trabajo en ser mi propia cómplice. Esto no es cosa fácil. Es tarea de todos los días.

Sanare, 2024

Dejamos las cosas para después por miedo.

Cómo no pensar así si desde chiquitos nos andan diciendo que si no hacemos X, nos pasará Y, y que si hacemos Z estamos destinados a A. “Cuidado y no te arrepientas después”, nos dicen. Así comienza el miedo a tomar posesión de todas nuestras decisiones de vida.

La realidad es que nadie sabe con certeza si realmente X = Y. Son puras especulaciones nuestras, que en realidad fueron construidas por otros. Nadie te puede dar un consejo de experiencia cuando cada experiencia es única. Cada deseo es único y particular.  

Estamos destinados a morir. Es lo único que me queda claro.

Tenemos muy poco control de nuestras vidas. Pensar que somos libres es otro truquillo mental. Para empezar, tenemos cuerpos que hay que cuidar y nutrir. Somos esclavos de ellos. Ya por ahí, estamos limitados.

Vivimos en una sociedad en donde nos han puesto todo tipo de obstáculos. Tenemos que vivir bajo reglas, horarios y comportamientos.

Nos han inculcado lo malo que es ser egoísta. Pensar en uno primero. ¡Dígame si eres mujer! Peor aún. 

Al dejar las cosas para después, estamos comprometiendo a nuestro futuro Yo a cosas que capaz ese futuro Yo ya no quiera. Se me hace una falta de respeto total a nuestro futuro ser.

Después hay otros amigos.

Otras circunstancias.

Otras necesidades.

Otro presupuesto.

Después hay otras ganas, otra vibra, otra manera de ver la vida.

Hay ciertos factores que contribuyen en todas nuestras decisiones- el dinero, el tiempo y las ganas. Y como el mercado de valores, fluctúan todos los días.

Prefiero tener el interés compuesto de lo que hice hoy. Lo que no dejé para después, o para nunca, si realmente somos sinceros.

Mi obsesión es el viaje- tanto el interno como el externo. Me apasiona la idea del movimiento físico, cambiar de ambientes, conocer gente nueva, empujar los límites de la libertad, de lo que se puede o no se puede hacer.

El 2024 ya promete ser un año de mucho movimiento – empezando por los recorridos que he hecho en mi país: Margarita, Barquisimeto para la procesión de la Divina Pastora, Quíbor, Sanare para mi cumpleaños, Carora y el cocuy, Barinas, Mérida, Canaima con mis padres y el más reciente, Los Roques para la celebración de los 40 años de mi amiga Fabiola. Cada uno expandiéndome la mente y las ganas de no dejar nada para después.

La carrera Mifafí de 21K por el Páramo Merideño fue una experiencia que me dejó pensando mucho sobre el tema de lo que ponemos en nuestra lista, pero no de lo que ya está, sino de lo que ni siquiera sabemos que pertenece allí.

Me vino este pensamiento en el KM 18, rodeada de la majestuosa Laguna de Mucubají. Para una persona que detesta correr y el frío, jamás hubiese considerado hacer semejante carrera, pero como estoy en modo “todo sí,” ¡me lancé!

Resulta ser que esta experiencia tendría que haber estado en mi lista desde un principio.

Me voy con esta energía curiosa a mi próximo continente. Siempre he querido ir a Japón. Es de esos sitios que me han causado curiosidad desde chiquita. Así que tengo pasaje de ida para este mes.

No tengo muy claro el itinerario, ni que iré a hacer Asia allá. Sólo sé que no lo quiero dejar para después. Sólo sé que Japón está en mi lista y que vendrán otros sitios y experiencias que a pesar de no saber que estarán en ella, se convertirán en una parte importante de mi historia.

Espero que no dejes nada para después.   

Atardecer en Los Roques con Fabi, 2024

What we leave for later

The things we leave for later don't happen.

I recently remembered the movie The Bucket List with Morgan Freeman. Two strangers with the same diagnosis of terminal cancer decide to get together to live the experiences they had left for later. Or never, had it not been for the unexpected (even blessed) diagnosis.

Spoiler Alert: no matter the diagnosis, the result is the same for everyone.

The movie got me thinking:

How many things do you have on your bucket list?

How many have you done?

How many do you still have left to experience?

Asking yourself these questions is just as important as drinking water. These goals are water for the soul.

If we don't make it a priority, we'll dry up.

Salto Angel, Canaima, 2024

Why is it that we have this tendency to lie to ourselves? We tell ourselves things like "someday I'll do it", "when I'm better off financially", "when I grow up", "when my children are grown", "after..." etc. I concluded that procrastinating is a trick for our mind. It’s a way of making us believe that we are taking action, since we are not necessarily denying the desire but believing that it will happen later. We're sure of that.

And the days and years go by.

And interests change. Our priorities are mixed up with the priorities of others. The sense of guilt, of compliance, of responsibilities grows with time. If we don't realize it, what kind of life are we living? Maybe not even ours.

I am becoming more and more sensitive to these thoughts and try to be very careful with my actions. "Make sure you don’t disappoint yourself," I tell myself. I work on being my own accomplice. This is not an easy thing. It's an everyday task.

We procrastinate out of fear.

Canaima, 2024

How can we not think like this if we are told from a young age that if we don't do X, Y will happen to us? That if we do Z we are destined for A. "Be careful and don't regret it later", they tell us. Thus begins the fear of taking ownership of all our life decisions.

The reality is that no one knows for sure if X = Y. They are pure speculations constructed by other’s fears. No one can give you experienced advice when every experience is unique.

We are destined to die. That's the only thing that's clear to me.

We have very little control over our lives. Thinking that we are free is another mental trick. For starters, we have bodies that need to be cared for and nurtured. We are slaves to them. This is already a huge limitation.  

We live in a society where all kinds of obstacles have been put in our way. We must live by rules, schedules, and behaviors.

We've been taught how bad it is to be selfish. Even worst if you are a woman.

By telling ourselves that we will do something later on, we are committing our future Self to things that the future Self may no longer want. It strikes me as a total disrespect for our future selves.

Later there are other friends.

Other circumstances.

Another budget.

Later we are faced with other needs, a different vibe, another way of seeing life.

There are certain factors that contribute to all our decisions – money, time, and desire. And like the stock market, they fluctuate every day.

I'd rather have the compound interest of what I did today. That which I didn't put off for later, or never, if we're really being honest.

My obsession is travel – both the internal and external journeys. I'm passionate about the idea of physical movement, changing environments, meeting new people, pushing the limits of freedom, of what you can or can't do.

2024 already promises to be a year of movement – starting with the trips I have taken around Venezuela: Margarita, Barquisimeto for the procession of the Divina Pastora, Quíbor, Sanare for my birthday, Carora and the cocuy, Barinas, Mérida, Canaima with my parents and the most recent, Los Roques for my friend Fabiola’s 40^th birthday. Each trip expanding my mind and the desire to leave nothing for later.

The Mifafí 21K race through the Merida uplands was an experience that left me thinking about the things that we put on our bucket list. Not of what is already there, but what we don't even know belongs there in the first place.

Carrera 21K Mifafi, Merida, 2024

This thought came to me around the 18^th KM, surrounded by the majestic Mucubají Lagoon. For a person who hates both running and cold weather, I would never have considered doing such a race, but since I'm in "everything yes" mode, I jumped in!

As it turns out, this experience should have been on my bucket list from the beginning.

I'm leaving with this curious energy to my next continent. I've always wanted to go to Japan. It's one of those places that have caught my attention since a young age. So, I have a one-way ticket for this month.

I'm not sure about my itinerary while I’m there. I just know that I don't want to put it off until later. Japan is on my bucket list and I know that I will discover other places and experiences, despite not knowing what those are yet. They will become an important part of my story.

I hope you don't leave anything later.  

Cayo de Agua, Los Roques, 2024.

Dedicated to my friend Georgie Fronimos Boardman